Desde Viena a Praga

El día 10 de Agosto me levanto temprano, me baño y bajo a desayunar. Chequeo que tengo todo listo y decido ir para la terminal de trenes Subahnhof. Cuando llego compro mi boleto sin ningún problema, 67 euros en total. Me siento a esperar la partida del tren. Cuando faltaban algunos 20 minutos decido abordar el tren. Me subo en el primer vagón que encuentro y mientras estoy arreglando mis cosas para sentarme se aparece un chico más o menos de mi tamaño y delgado a preguntarme, en ingles, si yo sabía si los asientos estaban asignados. Le respondo que no. Sigo en lo mío, pero veo y escucho a otras personas que andaban buscando sus asientos. Me dirijo a donde el chico para decirle que los asientos si eran asignados, entonces empezamos a buscar en ticket donde decía que asiento teníamos y si estábamos en el vagón correcto. Gracias a Dios estábamos en el vagón asignado, pero no en asientos. Cuando miro el numero de asiento me doy cuenta que está justo al lado de este chico y de otro chico. José Torres se llama el chico nacido en Ecuador pero criado en Estados Unidos, y Mathew el chico de Canadá (no recuerdo exactamente de donde en Canadá es el). Nos pasamos casi todo el camino conversando los tres, aunque Mathew era más reservado. José me conto que le faltaban dos semanas para volver a Estados Unidos, y Mathew apenas empezaba su viaje por Europa y todavía le quedaban un largo camino por recorrer.